Clasificación alojamientos turísticos

CLASIFICACIÓN DE LOS ALOJAMIENTOS TURÍSTICOS

El turismo en España constituye un sector clave de la economía nacional, tanto por su contribución al PIB como por el volumen de empleo generado. Este fenómeno, sustentado por una variada oferta cultural, histórica y natural, ha impulsado la diversificación de los servicios turísticos, destacando entre ellos los alojamientos. La heterogeneidad del turismo nacional e internacional que llega al país demanda una oferta de hospedaje diversa que satisfaga las distintas expectativas, presupuestos y preferencias de los viajeros. Por tanto, la clasificación de los alojamientos turísticos se convierte en una herramienta imprescindible para estructurar esta oferta.

En el presente desarrollo, profundizaremos en la clasificación de los alojamientos turísticos conforme a criterios específicos: tipo de establecimiento, localización, categoría, dimensión, forma operativa y propiedad, y forma de producción. Cada una de estas categorías responde a un conjunto de características que definen la experiencia del turista y la operatividad del establecimiento.

1) Clasificación según el tipo de establecimiento

Este criterio se centra en las características del propio alojamiento, considerando su infraestructura, servicios, y enfoque hacia el cliente. Incluye las siguientes modalidades:

a. Hoteles

Los hoteles son establecimientos destinados a ofrecer alojamiento con un conjunto de servicios que pueden incluir restauración, entretenimiento y espacios comunes. Estos se clasifican por su nivel de servicio y rango de estrellas.

b. Hoteles-apartamento

Son una variante de los hoteles que combinan los servicios tradicionales con la posibilidad de disponer de una cocina en la habitación. Esta modalidad es especialmente atractiva para familias y estancias prolongadas.

c. Moteles

Ubicados generalmente cerca de carreteras principales, están diseñados para viajeros en tránsito. Suelen ofrecer facilidades como estacionamientos amplios y acceso rápido a las habitaciones.

d. Apartamentos turísticos

Este tipo de alojamiento ofrece la experiencia de "sentirse como en casa". Los apartamentos turísticos están completamente equipados y suelen ser alquilados por días, semanas o meses.

e. Pensiones

También conocidas como casas de huéspedes, ofrecen servicios básicos de alojamiento y suelen ser opciones económicas con menor nivel de servicios adicionales.

2) Clasificación según la localización

La ubicación del alojamiento es un factor determinante en su demanda, influida directamente por los intereses y actividades del turista. Este criterio incluye:

a. Ciudad o urbano

Alojamientos ubicados en áreas metropolitanas, orientados principalmente a turistas de negocios, viajes culturales o compras.

b. Costa o vacacional

Se encuentran en destinos de playa y suelen operar con una oferta complementaria orientada al descanso y ocio.

c. Montaña

Alojamientos en áreas rurales o de montaña, ideales para actividades al aire libre, como senderismo, esquí o ecoturismo.

d. Carretera

Estos establecimientos están diseñados para viajeros que realizan trayectos largos por carretera. A menudo, son moteles o albergues con acceso sencillo y servicios básicos.

3) Clasificación según la categoría

La categoría de los alojamientos se regula por normativa específica que establece estándares mínimos en instalaciones y servicios. En España, esta clasificación se refleja en el sistema de estrellas:

a. Gran lujo (5 estrellas)

Hoteles que ofrecen servicios excepcionales, con un enfoque en el lujo y la personalización. Incluyen restaurantes gourmet, spas, y habitaciones de alta calidad.

b. Lujo (4 estrellas)

Proporcionan servicios de alto nivel, aunque sin alcanzar el grado de exclusividad de los hoteles de 5 estrellas.

c. Tipo intermedio (3 y 4 estrellas)

Suelen ser alojamientos con buenas instalaciones, adecuados tanto para turistas como para viajes de negocios.

d. Tipo popular (1 y 2 estrellas)

Orientados a viajeros con presupuestos limitados, ofrecen servicios básicos y funcionales.

4) Clasificación según la dimensión

La capacidad de un alojamiento influye tanto en su operación como en su segmento de mercado. Según el número de habitaciones, encontramos:

a. Gran tamaño

Hoteles con más de 300 habitaciones. Estos suelen operar en destinos turísticos masivos o zonas urbanas con gran afluencia de turistas.

b. Tamaño intermedio

Establecimientos que cuentan entre 100 y 299 habitaciones, adecuados para combinar servicios personalizados con economía de escala.

c. Pequeño tamaño

Alojamientos con menos de 100 habitaciones. Generalmente se enfocan en ofrecer un servicio cercano y personalizado.

5) Clasificación según la forma operativa y propiedad

La propiedad y gestión del alojamiento determina su enfoque operativo. Los modelos más comunes incluyen:

a. Explotación directa de propiedad

Establecimientos gestionados directamente por sus propietarios, lo que suele dar lugar a un servicio más personalizado.

b. Explotación mixta

Combinan gestión propia y franquicias, beneficiándose de recursos compartidos y economías de escala.

c. Franquicia, arrendamiento o gestión

Incluye establecimientos operados bajo marcas reconocidas mediante contratos de gestión o franquicia.

6) Clasificación según la forma de producción

La modalidad de operación puede variar según la estacionalidad y las demandas del mercado. En este caso, distinguimos entre:

a. Producción continua

Alojamientos que permanecen abiertos todo el año, como hoteles urbanos y de gran tamaño.

b. Producción discontinua

Establecimientos que operan por temporadas, como los hoteles en destinos de esquí o playa.

Reflexión final

La clasificación de los alojamientos turísticos no solo responde a una necesidad de orden en la oferta, sino que se convierte en una guía para el viajero, ayudándole a identificar el tipo de alojamiento que mejor se adapta a sus necesidades. Además, esta estructura permite a los operadores y autoridades turísticas evaluar y mejorar la calidad del servicio ofrecido. La diversificación de la oferta hotelera en España refleja la constante evolución de las preferencias del turista contemporáneo y el compromiso del sector con la excelencia y la competitividad.

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